Para los mayas Xibalbá o Xib'alb'a es el mundo subterráneo regido por las divinidades de la enfermedad y la muerte: Hun-Camé y Vucub-Camé. Es el Inframundo de la mitología maya, descrito en el Popol Vuh, su libro sagrado. Y parece que hay un camino que lleva hasta allí...
"Un susurro en medio de la noche aparece para recordarme de nuevo a la Caja. Puedo escuchar claramente estas palabras: Otra dimensión es la mía, una dimensión superior a esta... te puedo ver y te conozco pero tu.. no me puedes ver a mi... sin embargo a través de la Caja puedo comunicarme contigo... tengo muchas cosas que contarte..."
El portal hacia el Inframundo Maya: Xibalbá
Xibalbá y el Popol Vuh
En 2008, Arqueólogos Mexicanos descubrieron el que podría ser el portal que los Mayas crearon para conducir a las almas del inframundo. Cubiertos con equipos de buceo y navegando por túneles estrechos, los científicos descubrieron las ruinas de roca de once templos sagrados y lo que consideran restos de los sacrificios humanos en la Península de Yucatan.
Xibalbá |
Los arqueólogos dicen que los mayas creían que este complejo subterráneo de cuevas llenas de agua que llevan a otras cuevas secas era el camino a un mundo mítico conocido como Xibalba. Antes de llegar a Xibalbá los mayas tenían que superar duras pruebas. Un intrincado recorrido jalonado de cuevas y cenotes (depósitos de agua manantial, situados a cierta profundidad). Lo que encontraron es una red subterránea de cuevas que funcionó hace siglos como una recreación de la entrada a este inframundo. Una ruta mágica en el imaginario colectivo mexicano.
La clave siempre estuvo en el Popol Vuh legendario libro sagrado de la mitología maya. Hay cuatro caminos: rojo, blanco, amarillo y negro. Pero sólo uno conduce al Xibalbá, la puerta al inframundo de la cultura Maya.
Primera página del Popol Vuh |
Según las escrituras mayas, Popol Vuh, el camino estaba lleno de obstáculos, incluyendo ríos llenos de escorpiones, sangre y pus, con descansos en plena oscuridad con murciélagos. Un camino nada fácil, sin duda.
El culto al cenote en el centro de Yucatán
Guillermo de Anda Alanís, director del proyecto titulado El culto al cenote en el centro de Yucatán, asegura que a medida que avanzaban los trabajos, crecían las sorpresas:
“Dentro de una cueva se ha podido localizar una calzada de casi 100 metros de largo. Está bien cimentada y su sistema constructivo es similar, por ejemplo, al de las calzadas de la zona arqueológica de Chichén Itzá”.
La puerta al inframundo se encuentra semioculta y se llega a ella por una especie de portal natural tapiado con piedras labradas. La entrada no rebasa el metro de altura y los 50 o 60 centímetros de ancho.
En el yacimiento se han encontrado restos óseos humanos y fragmentos de cerámica. También hay esculturas, como la de un sacerdote con el tocado del dios de la muerte, y hay glifos pintados y grabados.
Según el Centro INAH Yucatán, los restos descubiertos tienen una antigüedad de 1.900 años, la máxima entre los yacimientos del norte de Yucatán, y pertenecen a una época que se sitúa entre el periodo Preclásico y el Posclásico, aunque la mayoría de los hallazgos podrían datar del Clásico Terminal (750-850 después de Cristo). Hasta el momento se han reconocido 14 sitios con este tipo de elementos rituales. Algunos de estos espacios sagrados forman parte de cenotes y cuevas ubicados en municipios del centro de Yucatán, como Tecoh, Homún, Kantunil, Chocholá y Abalá.
La primera etapa del proyecto se dedicó a la investigación documental sobre el tema. Se descubrió entonces que en crónicas del siglo XVI se mencionan 17 cuevas y cenotes donde los mayas efectuaban sus ritos. El proyecto se halla en una etapa de corroboración in situ, aunque los arqueólogos creen que la tupida selva que cubre el Estado oculta muchos más restos de esta cultura prehispánica.
Cenote Yucatán |
El equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) destaca haber encontrado algunas modificaciones en cuevas y cenotes. De Anda Alanís explica:
“Contienen templos dedicados muy probablemente al culto del Xibalbá y son construcciones muy elaboradas. Hay que tener en cuenta que están situados en lugares de acceso muy difícil. Hablamos en ciertos casos de bajadas de 30 o 40 metros”.
“Contienen templos dedicados muy probablemente al culto del Xibalbá y son construcciones muy elaboradas. Hay que tener en cuenta que están situados en lugares de acceso muy difícil. Hablamos en ciertos casos de bajadas de 30 o 40 metros”.
Junto a esto, el investigador Guillermo de Anda aclaró que la historia dice que las almas de los muertos seguían a un perro mitico que podía ver en la noche.
Un filón de esta cultura prehispánica
Yucatán alberga muchos vestigios de los mayas, como las ciudades de Uxmal y Chichén Itzá. Los arqueólogos creen que la tupida selva que cubre el Estado oculta muchos más restos de esta cultura prehispánica.
En las crónicas de 1562 sobre la persecución de la idolatría tras la Conquista española, estudiadas en la fase de investigación documental del proyecto, se mencionan 17 cuevas y cenotes donde se efectuaban ritos mayas, de los que nueve han sido localizados por los arqueólogos. Siete de ellos contenían restos óseos, dos en gran cantidad.
Por cierto, ¿qué llevaría a los Mayas a abandonar todas sus ciudades? Quizá más adelante tengamos la ocasión de hablar sobre este tema.
Referencias:
http://www.ojocientifico.com/2008/08/19/descubren-portal-mitico-de-los-mayas
http://urgente24.com/areax/2012/07/arqueologos-descubren-portal-maya-a-la-tierra-hueca/